Apoyo Consultoría: zona sur sostendría crecimiento país en 2025, ¿por qué?
Por Iván Portocarrero.
Escriben María José Gallo, Coordinadora de Investigación, y Hugo Santa María, Socio y Economista Jefe.
Artículo publicado en La República.
La crisis del coronavirus y su tremendo impacto negativo sobre la economía ha desenfocado al Congreso de la República que, en su afán de aliviar la difícil situación económica de las familias, puede terminar perjudicándolas más. De hecho, en los 14 días desde su instalación ha presentado 98 proyectos de ley, de los cuales al menos 47 son económicos y solo 11 están referidos a la reforma política.
Se entiende la buena voluntad de los parlamentarios en querer colaborar en la grave situación por la que atraviesa el país, pero podrían complicar aún más los esfuerzos del Gobierno para contener la expansión del virus y mitigar su impacto en la economía. Ello por dos motivos. Por un lado, se duplican y traslapan los esfuerzos de las autoridades dado que el Ejecutivo ya ha formulado medidas en esta línea; por el otro, los proyectos del Legislativo contienen elementos que pueden generar un impacto negativo relevante sobre el funcionamiento de la economía, en especial en la situación de las familias en el largo plazo.
Uno de los temas más controversiales ha sido la propuesta de permitir el retiro de los fondos ahorrados en las AFP o una parte de ellos (el actual Congreso ya habría presentado al menos 25 proyectos en este sentido). No obstante, hacer un cambio apresurado en el sistema privado de pensiones (SPP) -en lugar de una reforma debatida y que cuente con el debido sustento económico- podría no ser lo más adecuado. Lo mejor sería buscar otras alternativas como las que está formulando el Ejecutivo para dotar de liquidez a las familias. El coronavirus es temporal, la vejez no.
Además, el retiro de los aportes también afectaría el valor de los fondos para aquellos que decidan dejar sus ahorros en el sistema previsional. La rentabilidad de las AFP se genera a través de la inversión de estos fondos en activos de largo plazo. En consecuencia, si se solicita de manera repentina la devolución de los aportes, las AFP tendrían que liquidar inversiones a precios bajos para devolver el dinero de aquellos que lo soliciten, lo que afectaría negativamente la rentabilidad e ingresos de todos los que ahorran en el SPP.
Una alternativa como permitir el retiro gradual y acotado de aportes a quienes tengan un fondo muy pequeño o que aportaron por un periodo breve es una mejor opción. Pero incluso en esa situación, aquellos que la tomen materializarán sus pérdidas en un mercado que registra caídas históricas.
¿Qué debería hacer el Congreso? Dejar que el Ejecutivo maneje la respuesta a la crisis y no abrirle más frentes de debate en un momento tan difícil. Hay que darle el tiempo y espacio para proponer e implementar las medidas de emergencia. El Parlamento podría priorizar lo que fue su mandato principal: permitir que lleguemos a las próximas elecciones con mejores reglas para así aspirar a un mejor sistema político. Solo así será posible mirar al 2021 con optimismo. Este es un momento de unión, pero también de división de tareas.