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«Hay que cuidar la solidez fiscal como oro»

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11/11/2020

Semana Económica.

El socio y economista jefe de APOYO Consultoría, Hugo Santa María, explica los riesgos que enfrenta la economía peruana y enfatiza la necesidad de una reforma política.

¿Cuál es su proyección para la economía este año?

Estamos yendo un poquito mejor este último trimestre y estamos notando que se está activando la palanca fiscal [inversión pública], que no se ha­bía activado antes y es muy importante […], en un contexto en el que el gasto privado va a estar débil. Con todo, el cierre del año debería estar entre -12% y-13% [de caída del PBl].

¿Cómo será la recuperación de la in­versión privada en el 2021?

Vamos a estar por debajo del [nivel del] 2019 hasta el 2022, probablemente cer­canos al 2023. Vamos a ver rebotes arit­méticos casi por términos de compara­ción (ver gráfico).

¿Cuáles son los factores que generan incertidumbre económica?

Entre los primeros factores están los re­lacionados con las iniciativas legislati­vas del Congreso. No entiendo mucho el objetivo de las medidas de nuestros legisladores. Han llevado iniciativas le­gales que especifican cambios muy re­levantes y para peor en áreas bien im­portantes de la economía. El otro factor de incertidumbre es la propia estabili­dad política actual. Las continuas cri­sis y el deterioro entre el Ejecutivo y el Congreso han llevado a esta especie de equilibrio precario desde la parte polí­tica. Eso tampoco ayuda y ya estamos así los últimos cuatro años, [en los] que hemos sometido a la economía peruana a esta presión de inestabilidad. A eso se sumará la incertidumbre electoral que siempre tenemos y que en esta oportunidad puede ser mayor por el contexto en el que estamos.

«El sistema político tiene incentivos perversos a tomar decisiones corto-placistas.»

¿Cuál es su escenario base para las elecciones del 2021?

Tenemos un escenario medio inercial que supone alto nerviosismo durante la campaña e incertidumbre; por lo tanto, una economía fría en el verano y duran­te la campaña, pero que se resuelve por un candidato moderado que respeta los pilares del manejo económico en los úl­timos años[…] y que también entiende que hay ajustes que hacer.

¿Cuáles son los ajustes más urgentes?

El Perú no puede continuar sin una re­forma o mejora al funcionamiento del Estado. Tenemos un Estado absolutamente disfuncional. La pandemia ha hecho evidente algo que en realidad ya sabemos hace muchísimos años y es que el Estado no entrega servicios pú­blicos de calidad aceptables a sus ciudadanos. Hay que enfrentar eso y ha­cer que [el Estado] funcione. Ese es un reto de mediano largo plazo pero que hay que empezar hoy. Desde el 2014 el Perú crece menos que el mundo y es algo que no podemos aceptar.

La reforma del Estado ha estado en agenda varios años, pero no ha teni­do muchos avances ¿Por qué?

Tenemos un montón de diagnósticos de qué hay que hacer. ¿Por qué no lo hace­mos? Creo que porque nuestro sistema político ha generado incentivos súper perversos en la toma de decisiones. Es un sistema que induce a los políticos en general a solamente mirar el corto pla­zo y olvidar reformas que comienzan a mostrar resultados positivos en periodos más largos. El sistema político toma deci­siones facilistas que parecen solucionar problemas de corto plazo, pero que en la mayoría de las veces tienen como úni­co objetivo aumentar la aprobación en las encuestas de las siguientes semanas. Si digo que la reforma del Estado es  la prioridad número uno, en  realidad la reforma política es la reforma cero. Sin un sistema político que funcione no vamos a poder tomar decisiones de Estado como deben ser.

¿Cuál sería el impacto económico de una segunda ola de Covid-19?

Si hay un segundo rebrote, su impacto sobre la economía no va a ser como el primero. Sin un segundo rebrote, el Perú podría crecer alrededor de 9% el próxi­ mo año. Un segundo rebrote que tenga cuarentena focalizada, tratamíentos más efectivos y medidas de prevención más efectivas, nos puede costar dos puntos de crecimiento, tal vez un poquito más. No significaría un apagón total de la econo­ mía como sí pasó este año.

«Un segundo rebrote [del COVID-19] nos puede costar dos puntos de crecimiento.»

¿Cuál es el margen de acción por el lado fiscal desde el 2021 en adelante?

El ratio de deuda sobre el PBI va a estar el próximo año alrededor de 37%. Entre el 2019 y el 2021 el ratio aumentará diez puntos. La clave es que ese aumento sea controlado y no explosivo.

Siempre me preocupa cuando dicen que el Perú debería endeudarse más porque los países emergentes tienen en promedio 60% de ratio de deuda, [y que] el Perú también lo puede ha­cer. Realmente un distintivo que he­mos tenido y que nos ha permitido ser grado de inversión ha sido la solidez fiscal. Si lees los reportes de las califi­cadoras de riesgo, es prácticamente lo único que nos distingue. Ya no somos la economía que más crece en la re­gión, estamos rezagados respecto del mundo. Social y políticamente estamos cada vez más complicados. Entonces, la parte fiscal con el tiempo se ha con­ vertido en casi la única medallita que nos distingue. Por eso hay que cuidar ­ la como oro.

¿Cómo evalúan el resultado de las me­didas de impulso económico plantea­ das por el gobierno?

Creo que la parte de inyección de liqui­dez [del BCR] funcionó bien y rápido, la parte de créditos garantizados, como Reactiva y FAE, se demoró, pero al final se pudo desplegar casi por completo y llegando a una cobertura bastante am­plia en términos de número y tipo de empresa y en condiciones buenas. La parte de los bonos también se demoró, pero se está desplegando y la parte de inversión pública y de impulso fiscal puro viene lenta y recién  ahora vamos a comenzar a ver su efecto.

Hay que mantener la mente abierta y estar atentos a ver si es necesario extender algunas de las condiciones de los programas o hacer nuevos programas. El ‘accidente’ terminó, pero no tenemos todavía un buen balance de los muer­tos y heridos [familias y empresas], la­mentablemente. El reto no es tanto si puedes operar, sino si puedes vender, cobrar y pagar tus deudas.

¿Qué lecciones deja la pandemia en el manejo político y económico?

No podemos pretender ser un país que brinde oportunidades a todos sus ciu­dadanos con un funcionamiento tan disfuncional del Estado. No quiero de­cir con esto que toda la responsabilidad está en el Estado. Desde el lado del sec­tor privado también tenemos muchas cosas que corregir. Tenemos que co­menzar a hacer empresas más compro­ metidas con nuestro entorno y que no desmayen en los intentos de encontrar canales de comunicación con el Estado. Creo que solamente los esfuerzos con­ juntos entre los sectores público y pri­vado nos van a permitir avanzar. Lo que nos toca ahora es integrar, corregir y empezar a avanzar, y no des­truir y retroceder, para [evitar] que de acá a pocos años, estemos distribuyén­donos odios y pobreza.

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