Cuatro buenas noticias en el entorno de negocios
Tras un comienzo de año desalentador, marcado por conflictos sociales y fuertes lluvias, la economía peruana ha mostrado signos de recuperación, aunque incipientes.
La recuperación económica siguió perdiendo impulso en setiembre. La menor velocidad de recuperación económica que empezó en agosto y continuó durante setiembre, comparada con el ritmo observado entre mayo y julio, se debió a dos razones principales: la fuerte caída de los ingresos laborales y la pausa en la apertura de la economía, al no reiniciarse las actividades contempladas en la fase 4 de la reapertura económica.
No obstante, en setiembre hubo algunas señales positivas en el frente económico y sanitario.
En el primero mejoraron los indicadores vinculados con la inversión privada y el empleo formal, así como los precios de las exportaciones mineras. En el segundo frente, el número de casos de contagios y muertes por COVID-19 empezó a descender. Debido a esto, el Gobierno eliminó la inmovilización de los domingos y la cuarentena focalizada en más de 20 provincias en nueve regiones del país, lo que podría tener un impacto positivo principalmente en las empresas del sector comercio y restaurantes.
Estas son noticias positivas, pero aún es muy pronto para asegurar una aceleración en la recuperación de la economía hacia el cierre del año. Lo más probable es que la situación de las familias y de las empresas en el país continúe debilitada, y la incertidumbre internacional se mantenga en niveles altos.
Adicionalmente, el severo deterioro del entorno político actual podría afectar la recuperación económica hacia adelante en tres aspectos: la confianza empresarial podría debilitarse; el riesgo regulatorio continuaría en niveles elevados; y los fundamentos macroeconómicos que hacen destacar al Perú en la región podrían estar en peligro si un candidato con sesgo populista gana las elecciones presidenciales del próximo año.
En balance, en setiembre hubo buenas noticias para el entorno de negocios, pero la recuperación seguirá lenta durante los siguientes meses.
Tras un comienzo de año desalentador, marcado por conflictos sociales y fuertes lluvias, la economía peruana ha mostrado signos de recuperación, aunque incipientes.
Durante abril, hemos visto cierto grado de estabilización en tres frentes –internacional, político y climático– que afectaron el entorno de negocios durante los primeros meses del 2023.
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